lunes, 2 de mayo de 2011

No te ayudará si esperas por mi, soy esclava de la oscuridad. Sé que no soy una santa, ya lo vez, el amanecer es cuando comienza, siente la sombre de mi olvido, esperando que la misericordia asome su rostro, en el camino de tu propia perdición, en la lluvia carbón ennegrecida, congelada en el tiempo, anhelando deseos prohibidos, maldecida y divina cicatrices de mis besos rotos, ¿qué sequirá si el mañana está ciego? mi eterna noche.
Como el viento me lleva lejos de ti, antes de la primera luz del día, mis pecados están desvaneciéndose a la vista, estoy tan harta dentro de mí, siente la sombra de mi olvido esperando que la misericordia asome su rostro, en el camino de tu propia perdición pueda que te vea otra vez. Congelada en el tiempo, anhelando deseos prohibidos, maldecida y divina cicatrices de mis besos rotos, ¿qué sequirá si el mañana está ciego? mi eterna noche.
Congelada en el tiempo, anhelando deseos prohibidos, maldecida y divina cicatrices de mis besos rotos, ¿qué sequirá si el mañana está ciego? mi eterna noche.
Cada amanecer muero, otra vez…




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